El estudio, tratamiento y precauciones a tomar en cimentaciones situadas en terrenos agresivos o con presencia de agua, que a su vez puede contener sustancias potencialmente agresivas en disolución requeriría un capítulo aparte.
De forma somera, se resume a continuación los controles a realizar para conocer la agresividad del medio:
—Determinación del nivel freático y movimientos u oscilaciones del mismo.
—Análisis del agua: Debe determinarse el valor del pH, dureza, contenido de ácido carbónico total y combinado con cal, residuos no evaporables y contenido de iones sulfato (SO4 ^-2), magnesio (Mg ^-2), cloro (Cl ^-1), amónico (NH4 ^+), sulfuro (S ^-2) y nitrato (NO3 ^-).
—Análisis del suelo: Si el nivel superior del acuífero es inferior al del cimiento, las sustancias agresivas del suelo no podrán atacar al hormigón y armaduras, no obstante, si es previsible que por cualquier causa pueda llegar a él el agua, debe hacerse un análisis del suelo determinando el contenido en materia orgánica, el valor del pH y contenido de iones SO4 ^-2 y Mg ^+2 solubles en agua.
En las Tablas 1 y 2 se dan, según la norma DIN 4030, los límites para calificar la agresividad de las aguas o de los suelos. Los valores están expresados en mg/l o mg/kg.
Tabla 1 Limites para calificar la agresividad de las aguas
naturales.
Tabla 2 Limites para calificar la agresividad de los suelos.
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